Sentado junto al abrigo
De la luz artificial,
Reinando las sombras fuera
Esas calles ocultas en su soledad
La vida parece estacionar
Y el tiempo ni pesa ni se escurre
el tiempo es un tedio infernal

Casi palpo el sin sentido de la existencia
Mientras mi corazón se aburre de latir
Una música a lo lejos me adormece
Es la música del cansancio vigente
Que llega sin saberse anunciar

Una noche más entre los dedos
Otro ocaso de oportunidad
Se desploman en las mesas esas ganas
de aspirar un aire de vitalidad

se mezclan los sentimientos
con el agotamiento
se embuten con la rutina en el comedor
masticamos las vísperas del alba
que a tantos ah de dejarles mal sabor

es la voz de los condenados
la voz de los excluidos, del montón
que se agitan y se beben en las horas
esas horas de falsa libertad

esta noche nos sirve de refugio
después de haber colmado el sol
no existe ímpetu ni energía alguna
que no sea para respirar
es solo el final del día
que se marcha cabizbajo en ataúd