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http://revistaliterariaazularte.blogspot.com/2008/06/carlos-vargas-merarelato.html
Carta a un escritor.
(Presentación de la breve novela "El paraíso recuperado de Roger Antón Fabián" Ayacucho, 2008)
Buenos días:
Tenía razón Willy del Pozo, al decir anoche que en internet podríamos encontrar información acerca de tu persona; pero lo que menos imaginé es que ofrecieras íntegro el texto de "El paraíso recuperado" en esta página. Menos pensé hallarte aquí; y me sigo diciendo: las cosas no ocurren porque sí.
Llegué a Huamanga hace poco más de una semana, por circunstancias muy ajenas a mi, y diríase que vine mas que por ver a mi novia, a tener tiempo para pensar en mi futuro inmediato. Aquí me encontré con una ciudad muy distinta a la que pintan por televisión cada que es Semana Santa. Tampoco hallé similitud entre lo que me había imaginado de ella al leer "Abril rojo" de Roncagliolo, con lo que realmente se evidencia: una ciudad pujante, de gente amable, de calles y noches demasiado tranquilas, con distintivos históricos a cada paso; en resumen: una ciudad, un pueblo, una nueva generación pujante y orgullosa. Además, con eventos culturales diarios; algo que no veo para nada en mi ciudad (Chiclayo).
Interesado siempre en la literatura, no había podido falta a la presentación de los libros en el Centro Cultural de la UNSCH. De las dos presentaciones, creo que la de tu libro tuvo mayor acogida de parte de quienes estábamos sentados. Puedo asegurar que hasta se opaco al señor Cavero, tanto en los discursos de presentación, como en el de comentario del autor. Creo saber por qué sucedió aquello (y lo digo por la experiencia de haber estado en muchas presentaciones de libros), pues en el nerviosismo, en la falta de espontaneidad, en la lectura del mismo discurso, en la poca profundidad y sensibilidad que mostró Cavero frente a su obra.
En cambio, cuando llegó el turno de "El paraíso recuperado", sólo se apreció por parte de Marcial Molina la extralimitación en el comentario. Claro, bien al hacer un análisis pormenorizado, pero quizás no era del todo adecuado que se intente "reescribir" la historia. No obstante, todo ello fue quedándose inmediatamente en un segundo plano, a medida que tú -esta vez sí y en vivo y en directo- diste inicio a una serie de confesiones personalísimas. Una serie de hechos que nos permitieron conocer a la persona que hay detrás del escritor. La referencia vinculante con "Aves sin nido", aquella otra de recordarte haber leído a la luz de un poste. La sencilla pero necesaria evolución, y me refiero a ser un mentiroso, un inventor de pequeñas historias que ofrecías a un puñado de amiguitos, y así hasta llegar a la universidad. El bello recuerdo de la abuela (que me hizo recordar que Gabo atribuye su oficio al ejemplo que le dio su propia madre). En fin, fue muy emotivo, sobre todo para mi, oírte hablar de la pasión por la literatura, suscribir lo que dijo Flaubert, y darnos demostraciones de aquello: casarte, divorciarte, comprometerte y volverte a sentir libre, por y para la literatura, escribir o tratar de hacerlo todos los días, luchar con la página en blanco, escribir hasta la muerte e incluso después de ella. Qué mayor muestra de identificación con lo que Vargas Llosa llama "el apostolado del escritor".
Estoy muy complacido de haber asistido a la presentación de los libros, me los llevo de recuerdo, leeré primero el tuyo ya que intenté con los cuentos de Cavero, y me di una tregua (tal vez no sea el momento para apreciar su calidad).
Me alegré con las anécdotas que contó Willy acerca del destino que le diste al dinero ganado. Sobre los libros que le faltaban, y como es que llegó a ser tu editor.
Dolly y yo salimos llenos de emociones anoche. Ya la lluvia empezar a amainar y nos moríamos por un café caliente; al regresar ustedes ya salían del Centro Cultural. Ella se quedó con las ganas de que nos dediques el libro.
Mención honrosa para el maestro Abilio: cuánta riqueza transmite con su arte. Estimado Roger, antes de despedirme quisiera disculparme por tutearte, y es que yo nací en el año 1977, así que casi somos contemporáneos.
Te deseo mucha suerte, y aún más deseo que llegues a muchas personas más con tu obra, alcanzando al final un merecido reconocimiento en la escena literaria nacional. Ojalá nos pongamos en contacto. Por esta página subo algunos ejercicios literarios de menor cuantía, los que considero superiores los voy almacenando y ya complete un libro (según yo).
Veo que no ingresas desde el 17 de febrero, confío en que en algún momento lo harás. Trataré de dejarte este mismo mensaje en otra dirección, en la que aparece en el google.
Un fraternal abrazo, y gracias por el discurso que nos regalaste.
Atentamente,
Carlos Vargas Mera
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