Me gusta quererte en silencio hacia el mundo, que sepas tú y solo tú que quiero que encuentres en mi lo que quieres, quiero procesar tus besos, digerir tus pequeños te quieros que me levantan la moral y sacan ligeras alegrías de sentir, de esas que componen el día y hacen que toda la música sea cursi.
Quiero levantarte a besos y acariciar tu cabello mientras muerdo tus labios, añoro hacer impudicias contigo, pero todo a su tiempo. Tengamos en secreto no tan oculto que los besos contigo saben a días de cine, a licor en las noches, a cogidas de mano en la calle y a esquinas de semáforos entrelazados, que nuestro sistema funciona, y que podemos reírnos de los valdomeros porque sencillamente son historia y nosotros somos presente y seremos un no planteado, y realmente extraño futuro.
Mantengamos en secreto nuestros Long trips bajo las cobijas, que besarte en las noches oscuras de un pueblo desolado produce alteraciones neuronales y tengo imágenes absortas en sueños despiertos; ese es un verdadero Long trip, que ni un Hoffman puede igualar.
Tengamos secretos entre nosotros también, y contémoslos como amigos que somos...
Debo contarte que muero porque seas tú quien me robe los besos y me arrope con su cuerpo mientras desfallezco por la Coca-Cola. También he de confesar que hay más puntos que quiero lamer de tu cuerpo, zonas estrictamente más erógenas y propensas a arrancarse la ropa.
Debo aclararte también, que en mis secretos también está el dolor que tu sientes o sentiste por lo que te hicieron, y que como hombre de verdad mi palabra es válida como un contrato y debo decirte en un principio, que no puedo obligarte a estar conmigo, y que por consiguiente estaré a tu lado hasta el día en que ya no me quieras o me necesites, pues esa es mi forma de querer, es clara, concisa, sin politiquerías de niño malsano o surrealismo sentimental. Pues ser cursi no es equivalente a ser idiota.
Así que en secreto debo confesarle a mi amiga, que me muero por comer su boca, sin dejarla respirar.....
|