Recuerdo aún los bosques verdes y sus hojas, aquellos que aún existen en mi memoria porque yo por sus caminos aún he de transitar entre prados y sombras bajo las copas de los cedros, y sus caminos avanzan entre los distintos destinos a los que el bosque fue a parar desde su nacimiento, porque el bosque nació en su momento entre los grandes torrentes de ríos azules como el cielo, y azules como los ojos de un anciano que a paso lento camina con su bastón coronado por un aguilucho que entre los árboles he visto pasar, y que en su pleno volar he escuchado su revolotear solo disminuido por el ensordecedor ruido mudo de lo salvaje cargado en aleteos de mariposas y el pastar de otros animales. Aquí en el bosque el llamado del viento se hace escuchar entre ramas de árboles, aquí en el bosque el viento ruge en el oído de lo sensible haciendo una hipérbole, mas yo no entiendo mensajes secretos venidos y entregados por aquellos vientos, encriptados por lenguajes a los que yo nunca escuché. Yo no entiendo el idioma de lo salvaje pues he pecado de humano, yo no lo entenderé pues la consciencia a mi instinto ha segado, solo espíritus y ánimas entienden semejantes ruidos barbáricos que a mi espíritu atrapan y completan. Las montañas han de cobijar al bosque que entre sus brazos se ciernen, las rocas congeladas sangrarán su vida hacia los valles alimentando a sus crías, principio y fin del bosque es la montaña que exhala sus helados vientos, y de su altura yo no prescindo, de sus nieves yo respiro las tormentas que grises mañanas me traen protegido bajo el fuego de mi triste humanidad. Aquí en el bosque yo escapo de lo que una sociedad me dio, aquí en el bosque me rindo ante aquello que de fuente a mi carne sirvió, yo muero en sus pastos, yo bebo en sus ríos, yo me alimento en sus árboles y yo vivo en su vida. Entre bosques y ríos yo me vi nacer, entre aquellos verdes y azules que a mi vida le dieron su ser, y entre bosques y ríos yo pienso perecer para morir en el silencio de las ánimas que en los vientos me llevarán finalmente a mi atardecer. |