Alguien debió creer que ella había muerto.
O quizás fue el silencio
que había apagado el tiempo.
Alguien debió escribir en la bruma de los mares.
O quizás fue el sol
que oscureció los cielos.
Lo real fue que el universo se decreto en duelo.
Y las estrellas huyeron
dejando solo agujeros.
Y en aquel cataclismo
que enmudeció el silencio,
la luz apagó el tiempo que viajaba incierto.
Ella escribió en la bruma que se la llevó el viento
y se dio por vencida.
Y se rindió, al fin
abrazada al espectro.
María del Rosario Alarcón
(Derechos reservados)
Texto agregado el 16-06-2014, y leído por 162
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Lectores Opinan
27-10-2014
La metamuerte enraizada al cuerpo suele provocar fuertes histerias que por fortuna encuentran como catarsis la escritura, aunque de poesía ni hablar. Aquí no hay poesía, hay un espléndido ejercicio de desahogo emocional que le sirve a la autora. Nada más. Pero felicidades por eso. Es mejor que andar en el sendero del delirio. omeros
08-07-2014
escribes tan bello amiga felicitaciones por tu inspiracion ASTARTITA