Un día salí al espacio, cansado de lo terrestre, y como imaginé.. allí estabas, eras lo justo y necesario. Me extendiste los brazos, tomé tus manos y me mostraste el camino, la lúz se hacía tenue, haciendome sentir que todo comenzaba a dejar de doler.
Salí al espácio, a buscarte, aleteaba incansable y esperanzado, y te encontré, como ya dije, fué hermoso, vi tus ojos en la oscuridad, fué saber las respuestas, no quitandole el sentido, no sabiendo el final, sino poder comenzar por fin.
...del espacio a mi cama...
A veces sueño a orillas del mar, tu orilla de es de mi mar, hoy saldré a navegarte hasta que la eternidad se desvanezca.
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