A donde vas, me pregunto, sin atreverme a preguntarte a ti, para que? prefiero imaginar yo las respuestas antes de escuchar tu típica ironía, a la calle me dirás seco y cortante, .... quedando yo igual con la interrogante contestada.
No me diriges la mirada, te sientes tan capaz y auto suficiente que el minuto perdido en mirarme te quita siglos para ella, tan absorbente y egoísta, que te hizo olvidar la vida entera el tiempo que pasaste en mi vientre ya no existe, ciega tonta acomplejada me hundí en la rutina de la vida, creyendo las flores con agua reverdecen; no las muertas.
Nos cruzamos como dos desconocidos, en la iglesia donde todo es amor y paz, en el parque donde todo se revuelve, niños niñas jugando corriendo y no nos vemos, en mi casa donde sales y entras sin tocar como su dueño, y subes en tu auto muy altivo sin decir una palabra olvidaste las sonrisas.
Mas soberbio en tu desdén sin notar siquiera tu frialdad no la merezco.
Me equivoque: Quien sabe?
Toda una vida tiempo perdido, entre el ayer y el hoy no hay futuro, te dejo ir así en silencio, guarde el dolor, no lo mereces !! bastante te dedico el pensamiento rogando a Dios te vaya bien y el te guarde, pero no soy de esas que prestan el corazón y lo acuchillas, no no lo soy, si lo ofrezco, siempre espero devolución, lo demás solo es un robo.
Y pensar que sentía me querías, jaja pobre ilusa, basto una palabra dicha a la persona equivocada, y todo se volvió negro como el movimiento de una varita mágica, lo que era blanco; sin, sun, san, y ahora es negro.
Vaya suerte de la Madre que entrega todo, sin pedir nada a cambio, que no limita su amor ni sus posesiones, que piensa el cuento es azul, y las princesas existen y el rey siempre esta ahí, defendiendo territorio: Hoy me toco conocer el otro lado de la historia el mas guardado, donde la reina sin el rey no es nada, y todos usurpan su lugar la herencia es del mas valiente, del mas astuto, no hay escalera- Me desnude de afecto, perdí el trono, por querer compartir sin miramientos, te llevas todo, sin voltear a ver los brazos rotos. |