Rasca nueces deja de serpentear sobre el sol
Y trenza sus látigos tan fuertes
Es Otro día caluroso y visceral,
El roce deja un suelo doliente
Y la noche abierta.

El fervor de la ostra dorada,
Perla mordida por todos los cantos
Y sauces de las pasiones
Es el amor de verano.

Arcoíris ven y crece de mi mano
Abotonado entre papeles
Si a cuentagotas escapas de la calina
No imprimas en bochorno
Y liba el nuevo calor eterno.

Si su brote de sabiduría crece fuera de mi rancho
Y el secreto tenaz aun cava profundo
Que más pálido puede ser el pergamino
Arcoíris rasgado pósate en mi mano.