Yo seguía esperando saludos de su parte en el correo,
Ansiosa siempre veía llegar al cartero,
Pero de sus letras, si quiera un refrán o un soneto,
Solo cuentas pendientes de pago,
Y una que otra revista de publicidad del barrio.

Leía con frecuencia su última carta,
Imaginando que si lo pensaba en todo el día,
El podría recordar mi idiota sonrisa,
Que tal vez me pensara al menos un segundo.

Así fui esperando otoños y primaveras,
Todas las estaciones del año iban y venían,
Rosas que morían y renacían,
Aves que emigraban y regresaban.

Todo lo veía pasar desde mi ventana,
Parecía que el tiempo solo se burlaba.

Hoy en día no he recibido alguna noticia suya,
Y yo deje esperar desde el 12 de Enero de 1836,
Aniversario del primer baile que dance junto a el,
El mejor y más cálido invierno que de mi memoria no sacaré.

Ahora no puedo recibir una sola carta,
En donde estoy no llega el correo;
Al menos muy hermoso es mi mausoleo.