Su secreto, mis hipótesis.
Ahí está ella, siempre tan alegre, siempre sonriendo, con una felicidad que llega a molestar. Lo curioso es que lo que sus dientes muestran, sus ojos contradicen. ¿Qué ocultara? Algo en ella no anda bien.
Últimamente cada vez que la invitamos a salir ella se niega, siempre encuentra una escusa (debo estudiar, mañana entro al trabajo temprano, mis padres vienen de visita, etc.).
Yo creo que tiene un secreto, cuando uno ríe tanto, algo esconde. Pues con el tiempo aprendí que la risa no implica la felicidad ni los llantos tristezas.
Pero en ella se oculta un secreto, esas compras que realiza para dos cuando sin embargo vive sola. ¿Por qué llevará siempre comida para dos?
Además se que esta con alguien o cree estarlo porque a veces se le escapan verbos en plural sin darse cuenta. Creo que todos nos damos cuenta incluso ella pero contribuimos al secreto.
¿Quién será ese alguien que no existe? O tal vez exista y no haya decidido contarnos. ¿Para qué ocultarlo entonces?
Tendrá vergüenza de su aspecto, o sea alguien de edad, o quizás alguien que haya cometido algún crimen y ella lo tenga escondido.
También pienso que podría estar un poco loca y se imagine que tiene compañía, pues resulta muy difícil esconder a una persona, si es que así lo es. Aquellas noches que pasaba en su casa no noté nada raro, si bien ella en sí es bastante rara. Los “llama ángeles” colgados en la entrada, el olor a sahumerio que emanaban de la boca de un pequeño sapo de barro color negro, un sillón y mesa ratona hecha de materiales reciclados, la luz opacada por unas lámparas esféricas de color blanca compradas en el mercado chino.
Me gustaba estar en su casa, pues cada rincón invita a que la vista se detenga. Aún así en el escenario de nuestro teatro no había nada fuera de lo común. El secreto se encontraba en ella misma.
Recuerdo esas noches donde manteníamos largas charlas posteriormente a las reuniones entre amigos. Nos despedíamos de ella pero al caminar dos cuadras inventaba alguna escusa para volver. Todos en realidad lo sabían pero contribuían al secreto.
Reíamos mucho, nos mirábamos, nos besábamos, bebíamos pero siempre note que durante instantes sus pensamientos me abandonaban y volvían ante mi pregunta habitual de: ¿qué estas pensando?
En ése entonces no me molestaba sin embargo ahora que ya no estamos juntos, en secreto, todo me hace ruido.
Es mi momento, ahora que se encuentra sola, le preguntaré.
- Sabías que me da bronca tu falsa alegría, que no te creo las excusas que últimamente nos das cada vez que te invitamos a salir. Sé que ocultas algo o a alguien, lo sé al igual que todos pero soy el único que se anima a preguntártelo. ¿Cuál es ese secreto que guardas?
- Piensa lo que quieras.
.............Fin.................. |