A veces olvido tu rostro,
como si ya nunca me mirara...
Es sólo una sombra entonces...
Y nada me parece real,
ni que lo haya sido nunca...
Los ojos ya no brillan
en la calma de tu refugio
donde te solía ver...
Respiro tu ausencia,
bebo los recuerdos...,
embriagada de lucha,
con lágrimas en mis ojos,
camino lentamente
hacia adelante,
sin querer detenerme
a contemplarte...,
dándote por perdida
para que sigas tú...
Sonriendo..., dando
la vida que deseas...
Convencida de tu triunfo
sin pruebas vivas...
Liberada de tus miedos
aún sin pertenecerte...
Huella de un amor
vencido con excusas,
penumbra de una brillante
mirada que no me ve...,
nostalgia de una herida
que permanece abierta,
derramando mi vida
a cada paso, resguardada
en el mar de mi despedida...

(03/05/04)