Sobre el tálamo ensortijado
yece tendida aún
oculta bajo sinuosas visiones...
caricias y espasmos
gravitan tu memoria.
Tu coraza rutilante,
tu altiva desnudez.
El ígneo furor del oleaje
fragmenta mi barca
entre las rocas
y luego traza un arcoíris
en el horizonte de tus ojos.
Contemplo tu fértil belleza
alargando sus brazos con cada susurro;
tu presencia febril
le puso un sello a mis labios.
Tu ingrávida silueta,
espejo de luz y faro de sonrisas…
Texto agregado el 25-05-2014, y leído por 228
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Lectores Opinan
25-05-2014
Qué poesía tan deliciosa...! Quedé fascinada.***** MujerDiosa