Buscaron todos tras la puerta de oro
en el rincón oscuro del jardín
tras las ventanas que lloraban risas
en aquel árbol que plantó sus pies
cavaron hondo tras de la colina
siguieron carros que llevaban trigo.
El se había ido.
Cuando la lluvia inundó los patios
pusieron barcas para que el se suba
gota por gota el roció de almíbar
untó los panes del amanecer
todos llevaron la tinaja viva
y recogieron de su boca mies.
¡El se quedó!.
Marta López
Texto agregado el 24-05-2014, y leído por 333
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