HAMBRE EN LOS OJOS Acechan como lobos y serpientes en el bosque inocente de los cuentos con libertad transitan los sangrientos y rufianes instintos de las gentes. Desgarran los anhelos con los dientes sin pesadumbres ni remordimientos azuzan los dolores y lamentos y el hambre atroz de pobres inocentes. Y perdido el vestigio de esperanza el niño ya no pide ni mecanos ni caricias ni busca la aventura. Fija sus ojos en la desconfianza sumido en la desdicha, y con sus manos rebusca el pan en cubos de basura.
Texto agregado el 23-05-2014, y leído por 251 visitantes. (7 votos)