Trazando estos versos, vuelve a mi memoria aquel día en que me detuve a observar cómo las olas rompían su silencio, mientras salpicaban mis mejillas con gotas de su encanto y de su misterio. Vi una acción tan cotidiana como inadvertida en estos tiempos, donde lo común es soltar la dualidad y abrazar el individualismo. Mis emociones se acercaron a esa escena y contemplé, fascinada, la lealtad de dos siluetas que susurraban décadas de amor, y que, con delicado temblor aún se prometían.

Tú y el mar

Tu piel guarda la brisa,

tus cabellos, el ocaso,

tus ojos, ¡el océano!,

y tu aroma, una caricia.

Krisna

Muchas veces se idealiza esta bella imagen, pero muy pocas se presencian. Tan solo queda… la caricia del recuerdo.

Puedes verlo en http://krisnatrazandounverso.blogspot.com/2014_05_01_archive.html