TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / scheccid / REENCUENTROS

[C:542052]



Después de diez años volvían a encontrarse, sus miradas se entrecruzaron, tal vez más por accidente que por la búsqueda infructuosa de mirar otra vez sus rostros, cuando ya habían desistido y las esperanzas de verse reflejados en los ojos del otro quedaban muertas en el baúl de la melancolía.

Fue como una corriente eléctrica que viajo desde su cabeza hasta el dedo meñique del pie, sus ojos parecían desorbitarse, no daban crédito a ese fortuito encuentro, cuántas calles recorridas, sueños arrojados al olvido, besos dormitando en el diván del recuerdo y caricias impacientes por ser utilizadas.

Sus labios no podían emitir frase alguna, solo sus respiraciones acompasadas eran palabras que confesaban lo solitario de sus vidas estos últimos años, sus manos temblorosas se extendían tímidas para rozarse con aquellas que estaban ansiosas de estrujarlas.

Inmutables el uno frente al otro, eran el centro de aquella muchedumbre que los empujaba ansiosos de continuar su camino, indiferentes ante el espectacular encuentro de aquellas almas, esas que en un instante de orgullo y vanidad decidieron separarse y se lamentaban noche tras noche por aquella decisión.

Por fin él se atrevió a dar un paso más hacia ella, que lo esperaba impaciente, sus manos tocaron su cintura y no quiso desembrujar la magia del momento con un beso, así que hundió su rostro en el cabello ensortijado se su amada, ella por fin pudo descansar reposando su cara en el regazo de su amor, y recordó cómo era la tranquilidad, ese lugar donde los problemas no importan y el aroma de maderas destilado por el cuerpo de él atrofiaba sus sentidos logrando un efecto adormecedor, narcótico y adictivo.

El mundo empezó a detenerse, los sonidos impetuosos de la selva asfáltica enmudecieron ante aquella escena, ambos cerraron los ojos y dejaron que las caricias expresaran con ternura y delicadeza lo que con palabras no se podría pronunciar.

Sus cuerpos habían cambiado, ella tenía kilos de más y él ojeras que delataban la persistencia de sus noches en vela, intentando dibujar en el techo los cambios que el tiempo implacable habría hecho en el rostro de ella, sin embargo supieron reconocerse, a pesar de que él lucia una desaliñada barba como gritos de indiferencia hacia el destino, y ella con ropas más recatadas que ocultaban celosamente sus piernas como respeto para el amor extraviado.

Era un instante extraordinario, ambos abandonaban sus rutinarias vidas que en un zarpazo del destino había querido que se encontraran después de tanto tiempo de espera; por fin él pudo admirar la belleza de su amada en todo su esplendor y ella observó con impaciencia como se erguía imponente la colosal hombría de su amante.

Sonrieron atrapados por el nervosismo, él intentado decirle por fin algo y romper con el silencio sepulcral que los había acompañado estos últimos años, ella lo miro con inocencia deseando por fin rendir explicaciones que si bien es cierto ya eran innecesarias, debían ser pronunciadas para terminar el ciclo de soledad que los había embargado.

- Te extrañe – dijo él con un halito de voz que más que una declaración era una letanía incesante que hasta ahora hallaba sentido; al finalizar la frase aparto con suavidad un mechón de pelo que le impedía ver con claridad el rostro de ella, como si estuviera celoso del intruso que acababa de llegar a usurpar un lugar tan propio.



- Yo…yo…yo, tam..bién – dijo con seguridad, mientras tocaba con la punta de sus dedos el rostro de él, recordando con exactitud las líneas de su cara.



No hizo falta más, ambos fundieron sus cuerpos en los que sabían a la perfección sería su último encuentro, aprovechando el ir y venir constante de los transeúntes que nuevamente pasaban a su lado sin importarles la magnitud de los que estaba sucediendo.

Ambos miraron a sus espaldas desembelesándose del momento que los aprisionaba, encontraron los rostros compungidos de las parejas que los buscaban, sabían que ese era el final definitivo.

Con tristeza miraron sus rostros por última vez y ella con lágrimas en los ojos asentó la cabeza, en señal de aceptación para lo que estaba a punto de suceder, él con rabia observaba al personaje que impetuoso y desorientado que marcaba impaciente un número telefónico que le gritaba a ella que era momento de despertar de aquella experiencia.

Solo alcanzó a apretar con fuerza los puños, intentando detener las ganas de tomarlo por el cuello y sacarlo de sus vidas; pero era imposible, solo miró como se acercaba a otro hombre y sintió la mano gélida de la realidad cuando toco su hombro la mano de otra mujer, se dieron la espalda y caminaron sus vidas con sus respectivas parejas legalizadas , mirando hacia atrás al amor que habían reencontrado solo para volverlo a perder

Texto agregado el 19-05-2014, y leído por 116 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
20-05-2014 Me conmoviste con esta hermosa historia de amor en la que convergen a la vez el encuentro y el desencuentro,haciendo que se rompa la magia del momento.UN ABRAZO. GAFER
19-05-2014 Así es la vida, no?+++++ crazymouse
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]