No hay flores en el desierto
Ni caminos en el bosque
Ni sensaciones perdidas
En el mundo del decires
Solo se encuentran mirones
Que justifican sus celos
Que de emblema llevan ojos
Miradores y justicieros
De cosas que solo ellos
Ven en la negra espesura
Nada hay bajo esa hoja
Solo un triste duendecillo
Que al mirarte recuerda
Cosas por las que ha vivido.
Y te empecinas de odio
Y te retuerces de envidia
No conoces el color de su iris
Ni el sabor de tus frutos
Ni sabes donde se fueron
Aquellos por quien tú luchas
Estas buscando un sendero
Que hace años se ha perdido
Se borró de un plumazo
Como se quita el polvillo
Cuando está muy desquiciado
No te detengas en duelos
Ni te consueles con poco
Deja correr lo que se oculta
Hasta que el amanecer llegue
Así podrás vislumbrar aquello
Por lo que tu destino a vivido.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
Texto agregado el 19-05-2014, y leído por 359
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
17-06-2014
*****A mí me gusta la esperanza y sabiduría que compartes, inspiras y contagias. Solo_Agua
20-05-2014
Que alegría me da leerte, como siempre tu pluma resulta ser exquisita.
Un abrazo. gsap
20-05-2014
Tu poesía empieza,discurre con suavidad incomparable y,al finalizar,sientes como una tibia brisa que pasó sobre ti acariciándote.UN ABRAZO. GAFER