Supo que estaba muerto. Alrededor todo era oscuridad.
Tal como imaginaba apareció una luz iluminando un túnel.
La luz crecía y abrió sus brazos para abrazarla, entonces sintió el impacto.
El jefe de policía leyó el informe:
Juan Rodríguez, demente senil, atropellado. Tenía largos periodos de amnesia y aparecía en lugares insospechados, solo repetía que "la muerte es un túnel al paraíso".
- Pobre idiota - Murmuró el policía.
Abrió los ojos y vio una luz cálida, escucho una música hermosa y una voz que le decía:
"Bienvenido al paraíso Juan"
Sonrió con su alma y dijo:
- ¡Lo sabía!.
Texto agregado el 15-05-2014, y leído por 170
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