Lo conozco de toda la vida. A diario nos cruzamos sin vernos ni hablarnos.
Me mira sin verme, me observa críticamente sin nunca mirarme a los ojos. Su mirada siempre se posa en mi ropa, mi cabello, mi rostro. Para el todo es apariencia superficial.
No soporto mas, sé que está allí. Salgo a su encuentro y me paro frente a él.
Lo miro a los ojos y me sonríe cínicamente. Le sostengo la mirada y el rostro se le transfigura por el odio.
Sin pensarlo le arrojo una trompada al rostro y el espejo se rompe en mil pedazos.
Texto agregado el 15-05-2014, y leído por 162
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Lectores Opinan
24-05-2014
Ahora sí estoy en desacuerdo. Cada vez que veo el espejo veo el rostro de mi mejor amigo, mi "carnal", como diría Tin Tan :/ Gatocteles
22-05-2014
Era de sperar amigo.. el mio me devuelve una sonrisa de complicidad. Deseo conocer mejor a ese hombre en el espejo. Cinco aullidos reflejados yar