El rastro de tu ausencia
es el eco del silencio...
Silencio que mata
en una cama deshecha
y me acerca a un pecado
inconfesable.
La sobresaturación del vacío
eriza mi piel y me corroe
hasta autodestruirme
para no ser más que cenizas
de las que no renaceré.
Entonces, ¿qué debo hacer?
Pues si confieso mi amor,
en Amor desespero;
y si cayo mi mal
dos veces muero.
Texto agregado el 26-08-2004, y leído por 154
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