Dentro de poco tiempo, mujer,
la fecunda simiente sembrada en tus entrañas
florecerá en tu vientre…
Ese fruto de amor que llevas contigo
transformando tu cuerpo paulatinamente,
ha de estar a tu lado para ser consentido
y a él darás tu amor casi sublimemente.
Lento tu caminar al paso de los meses,
variada tu figura, indefectiblemente,
de tus pechos henchidos tomará su alimento
y en tu noble regazo se ha de mecer contento.
!Qué privilegio tienes de llevar en tu seno
al hijo que siempre deseaste!
Y qué compromiso traer a ese ser indefenso
conque el Señor del cielo te ha premiado.
Cuidarás de él junto a tu compañero,
y como regalo a tu dedicación
has de ver en sus gestos y en su tierna mirada
un poco de los dos por siempre reflejada.
Alberto Vásquez.
Texto agregado el 11-05-2014, y leído por 257
visitantes. (5 votos)
Tu poema me ha provocado escalofríos y he imaginado a esa mujer con su vientre abultado y sus ojos llenos de luz.
Sentir un ser dentro,es lejos lo más maravilloso que puede vivirse*****
Un abrazo fuerte
Victoria 6236013