Pocas cosas, con el tiempo, no se convierten en nocivas. El amor y el humor también pueden indigestar, mejor tomarlos con una pinza, y en lo posible, dejarlos libres y esperar sin prisa su regreso.
Todos miramos la realidad, la única, con sus leyes inquebrantables, pero nuestras perspectivas difieren, todo cuanto relacione al hombre es relativo; al contrario de aquellas verdades irrefutables pertenecientes al mundo de la física y la química, lo tangible, la existencia. Los sentimientos de cada uno serán cuanto mucho similares, jamás iguales. Poseemos diversas visiones ante el mundo y sus acontecimientos aunque solo exista una verdad lógica y una explicación científica ante todo, pero en el mundo interior del hombre existen muchas diferencias y posibles verdades, tan solo con una mirada de re ojo podemos afirmar que somos tan diferentes y tan iguales.
No es el equivocarme lo que me irrita, es la sonrisa estúpida de aquellos que no se creen equivocar.
Nos aferramos a la vida, está en nuestra sangre, es nuestro instinto. La muerte es el vacío, la nada misma y la inexistencia. Es por eso que le tememos. Cualquier tortura es preferible al no existir. Podemos decir entonces (salvo excepciones) que elegimos la vida antes que la muerte, aunque no quejemos de su miseria.
Un par de audífonos y nos aislamos del ruido contaminante del hombre, aunque también, del bello canto de las aves.
Ver el reloj casi inmóvil, sentir las horas como cuchillos, caminar de un lado a otro en busca de algo que desconocemos .!Que odisea, Casi como un soldado uno enfrenta la rutina!
Nada como despertar de la peor de las pesadillas para tener en cuenta, quizás, que nuestros días no están del todo ensombrecidos.
Es grandioso sin duda gozar de una verdadera amistad, digamos, una amistad sincera, sin celos, humilde y casi eternas. Lamentablemente todo el tiempo vivimos construyendo amistades falsas e hipócritas. A veces sin saberlo, otras, peor aún, conscientemente producto del miedo a la soledad, del miedo a nosotros mismos. Obremos entonces como un espíritu fuerte y firme, no busquemos la amistad, no necesitemos necesitar por más que el instinto nos grite en la sangre. Aceptemos a quien nos ofrece sus buenos sentimientos y sus buenas acciones, seamos recíprocos con quien lo merece, pero nunca esperemos la verdadera amistad, en todo caso que llegue sin ser buscada y aun mas, sin darnos cuenta siquiera. Démosle a nuestra vida la dignidad de la soledad, la fuerza de la independencia y la espalda a eso grupos monstruosos de supuesta amistad.
Generalmente se nos tiene en cuenta ante la dificultad y el aburrimiento ajeno. Nota pendiente: Mantener el orgullo y no caer tan bajo.
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