Si hay Dios sólo nos ha impuesto un mandamiento "No viajarás a mayor velocidad que la de la luz". Al que le parezca poco es que no lo entiende. Si sólo puedes viajar a la velocidad de la luz hay lugares del universo en los que nunca podremos influir. Un ejemplo: Imaginemos un planeta colonizado por humanos que está a diez años luz de la tierra y nosotros descubrimos que hay un fallo fatal en su sistema de depuración de aire y que si no lo solucionan todos morirán en tres años. Si mandamos el mensaje por el correo más urgente que existe, es decir, a la velocidad de la luz, éste llegará dentro de diez años. Un pelín tarde porque cuando llegue el mensaje habrán pasado siete años desde el desastre. Dios nos tiene como mascotas. Sólo podemos interactuar con una mínima parte del universo. Estamos atrapados en una pecera. El cristal es de la pecera es la velocidad de la luz. Tal vez, si nos portamos bien dentro de un tiempo se nos levante el mínimo de velocidad para circular por el universo igual a que los conductores noveles. Aunque esta mañana he visto las noticias y no tiene buena pinta.