GANADOR TEXTO IMPREVISTO VII:


~^~^~___ Plagio___~^~^~
._______*de Umbrio*


Jámblico palpa la sabiduría a través del estudio. Practica la filosofía con una INTERPRETACIÓN abrevada en la escuela platónica de Alejandría. Ejerce la teurgia que entiende como magia divina que le permite entrar en comunicación con su yo etéreo y con deidades.

Está enquistado en un ritual que presume lo hará viajar al futuro donde ha prefigurado un conocimiento elevado. Desciende los parpados alcanzando la energía suficiente para insertarse en el flujo del tiempo.

Envuelto en un magma difuso de luz traspasa la membrana cósmica que lo proyecta a un mundo eco. Ahí, los relámpagos dibujan ríos brillantes en el cielo y la lluvia empapa los mechones de pelo y escurre hasta el pecho de Jámblico que estremece. Sonríe satisfecho de la eficiencia de su técnica. Las luces de las centellas RETORNARON develando parcialidades del paisaje. Por efecto de esa luminosidad contrae los parpados para ver que el portón de la casona está abierto. Entra y avanza ingrávido, su manto estila gotas sobre el piso.

Sobre la mesa situado en un RINCÓN un atado de velas ilumina un pergamino de tinta aún húmeda. Jámblico se sienta a leer, recorre la retahíla de grafías escritas sobre el papel, estupefacto expulsa un suspiro, pues contempla la justificación racional de la teurgia y del hálito divino en los hombres.

Sin pudor copia el grimorio de título: “Sobre los misterios de los egipcios”. Sumergido en su afán no descubre a tiempo la figura encorvada impregnada de sabiduría del anciano que irrumpe de pronto en el salón, el hombre se descubre la cabeza dejando a la vista los cabellos escurridos que chispean por las gotas de lluvia y un rostro magro y ajado.
Jámblico levanta la vista y arrostra la figura recién llegada. El anciano identifica a la persona que está sentado a la mesa pero él no reconoce al viejo.

Estremecido enmudece.

La figura contrahecha se sienta y enciende más velas. Atenaza un cálamo con sus dedos atormentados por la artrosis para continuar escribiendo. Al mismo tiempo ofrece, como si le hiciera cumplir PENITENCIA por alguna TRAICIÓN, uno de los legajos para que los copie mientras él sujeta el cálamo y lo introduce en el pocillo de tinta.

Jámblico estudia las facciones del viejo deformadas por la luz pálida, sin embargo, es el olor lo que hace germinar en su mente la certeza de que es él en el futuro.



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