¡BÉSAME!
Lento, Suave,
y siénteme unida a ti en el alma,
con el más profundo deseo de amarte así
Eternamente.
Es tan sencillo amor mío,
como la piel que se siente al tacto,
como los labios que rozan en el beso,
como natural es el deseo.
No hay diferencia alguna en amarse,
solo cuando se trata del corazón,
¡Ahí! ¡Ahí si es distinto!
Contigo el corazón se regocija,
se enciende,
los sentidos se desbordan,
las palabras y caricias cobran vida,
su propia vida.
Cuando es del corazón
la mente y la piel se vuelven una sola
al respirarte, al mirarte.
La luz es intensa y cálida como el sol al medio día
aunque la luna este en lo alto.
Contigo Vida Mía,
cada suspiro, cada poro tiene un nombre.
¡El tuyo!
Y las horas pasan sin sentir.
Amémonos suavemente, intensamente
con un beso,
lentamente segundo a segundo siendo
uno solo.
Amar así lo permites tú, y lo siento yo,
porque no hay nada entre los dos
que no sea por ti.
Porque es más que divino
ser uno solo,
fundidos en un beso,
fundidos en el alma
fundidos en el cuerpo...
Bárbara Lavín © |