01 INT. ENTRADA CONSULTORIO- DÍA
Se ve el hall, piso de madera, paredes blancas. Un cuadro de la bodeguita del medio en una de las paredes. Una puerta de madera: la entrada del departamento. (TIMBRE). Entra en el cuadro MARCOS (60), alto, canoso. Tiene una camisa y un jean. Abre la puerta. Vemos a MALENA (20), viste unos jeans negros, unos borcegos, y un pulóver de colores. Tiene una cartera negra.
MARCOS (sonriendo)
Hola
Se saludan con un beso en el cachete.
MALENA
Hola Marcos.
MARCOS hace un gesto de entrar y MALENA entra al departamento. Comienzan a caminar
02 INT. PASILLO – DÍA
Pasillo de paredes blancas, en el fondo, otra puerta de madera oscura. MARCOS adelante y MALENA atrás. Caminan por el pasillo hacia la puerta, se los ve de espaldas. MARCOS abre la puerta.
03 INT. CONSULTORIO – DÍA
El consultorio es muy luminoso, con ventanales que dan a un balcón que da a la calle. Un escritorio blanco con papeles y una computadora de mesa. Una silla mecedora. Pegado a una pared, un diván de cuerina marrón con unos almohadones de colores, y atrás una silla de mimbre y una mesita ratona transparente. También hay una biblioteca muy grande y con muchos libros; que está empotrada a una placa metálica. El resto de las paredes son blancas, el piso es de madera clara.
Entran MARCOS y MALENA. Él se sienta en la silla y ella se recuesta en el diván.
MARCOS
¿Cómo estás hoy, Malena?
MALENA
Lo más probable es que te responda que bien, todo bien. Aunque es un poco una convención, ¿No? Típica conversación, te preguntan cómo estás, pero la respuesta ya está dicha. Un, mal, estoy hecha mierda descolocaría ¿No? Nadie espera eso de uno.
MALENA suspira y se ríe por lo bajo.
MARCOS
¿Pero acá también tenemos las típicas conversaciones? Si todo el mundo estuvieran tan “bien todo bien”, no tendría trabajo (ríe). Vamos de nuevo. ¿Cómo estás, Malena?
MALENA
Ahí ando, como siempre creo. Mal no estoy, y el bienestar... No existe, son momentos. Nunca nadie está siempre bien. Eso es otra mentira. Pero bueno, en fin...
MARCOS mira a MALENA. Hay unos segundos de silencio.
MALENA
(Cierra fuerte los ojos y frunce el ceño)
Cuando cierro los ojos muy fuerte, pero fuerte de verdad Marcos eh, a veces pienso que me voy a transformar en una mariposa. (Mueve el brazo como si estuviese pintando) Y de repente me sale un ala viste, así bien colorida, bien azul. (Relaja la cara, los ojos siguen cerrados. Ríe) ¡Qué loca estoy che!
MARCOS
La locura es otra cosa, todos nos imaginamos a veces cosas absurdas
MALENA
Sí, puede ser, tenés razón Marcos. Como siempre.
MARCOS (serio)
No tengo siempre razón, Malena.
MALENA
Sí Marcos, Sí. Por eso me gusta tanto hablar con vos, porque me hacés sentir bien.
MARCOS.
Me alegro entonces, pero no olvides que es mi trabajo. Tratar de decir lo indicado en el momento justo.
MALENA
Ay Marcos ¡no seas así che! Ya sé que es tu trabajo y que bla bla bla, pero te estoy diciendo lo que siento Marcos. ¿No es eso a lo que vengo? No sé si vos vas o no al psicólogo. Pero si vas, seguro que también es para tratar de poner en palabras lo que sentís.
MARCOS
Yo no tengo la verdad de por qué la gente va o no al psicólogo. Y tampoco creo que exista una respuesta universal, igual para todos. Y además, no venís a hablar de mí. (Sonríe). Sino de lo que vos sentís. ¿No?
MALENA
Sí, bueno, ya lo sé. Ya sé que tenemos que hablar de mí y no de vos. Pero bueno Marcos tampoco exageres que no te pregunté ni dónde ni con quién vivís eh. ¿Siempre son así los psicólogos? ¡Qué pesados che! Si te conociera en otro ambiente creo que me caerías mal Marcos, te soy sincera.
MARCOS (Sonriendo)
¿Y tu semana cómo estuvo?
MALENA
-¿Mi semana? Pfff, aburrida como siempre. El trabajo muy cansador.
MARCOS
Y si, es parte de la vida.
MALENA
- Si ya sé, pero vivir cansa Marcos.
MARCOS (con los ojos más abiertos)
¿Qué me querés decir con eso?
MALENA
No, no, no. No me mal interpretes. No estoy cansada de vivir, solo digo que vivir cansa, en general digo yo.
MARCOS
Si vivir no cansara, seríamos eternos. Y eso también sería aún peor. ¿Me puedo quedar tranquilo entonces?
MALENA
Si, si, quedate tranquilo. Ah, casi me olvidaba de decirte que hoy te olvidaste de hacer hincapié en que todo se remonta a la relación con mi madre.
MARCOS
¿Por qué decís eso?
MALENA
(Riendo) ¡Nada Marcos! Era un chiste que siempre le quise hacer a un psicólogo, no me des bola. Mirá si me analizas esto y al final era verdad que todo se relaciona con mi mamá... (Vuelve a reír) No me escuches, estoy delirando.
MARCOS
A veces los delirios reflejan algo de uno mismo, algo que queremos pero no podemos entender
MALENA
Mirá vos Marcos... Yo sabía que no tenía que hacer el chiste. (Tono sarcástico) Por ahí a alguien más joven le hubiera resultado gracioso. (Mira para arriba y se muerde el labio inferior) Humor de psicólogos...
MARCOS
¿Me estás diciendo viejo?
MALENA
Sí Marcos, te estoy diciendo viejo. (Ríen. Pausa de unos segundos). Si querés te cuento mi sueño, ya que estamos con ganas de interpretar parece. El otro día soñé (y no por primera vez) que era chiquita y me tiraba de un tobogán. Pero cuando iba bajando me daba cuenta de que el tobogán no tenía final, y que me iba a quedar atrapada en esa bajada, para siempre.
MARCOS
Muy Interesante...
MALENA
¿Muy interesante? ¿¡Marcos qué decís!? No es interesante, es feo, es angustiante. (Gritando) ¡Es miedo Marcos, miedo!
MARCOS
¿Y a qué le tenés miedo, Malena?
MALENA
-No sé a qué le tengo miedo, a muchas cosas creo. No se Marcos, por eso te lo cuento.
MARCOS
¿Hace mucho empezó este sueño?
MALENA
Sí, bastantes. Hace un par de años. Tres
MARCOS
No será, quizás, miedo a avanzar, a seguir adelante. Miedo a no poder cambiar.
MALENA (pensativa, rascándose la cabeza)
Nunca lo había pensado así. Tengo mucho miedo del futuro, de lo que pueda venir.
MARCOS
Me parece que hoy vamos a terminar acá la sesión
MALENA se incorpora y mira hacia MARCOS. Luce enojada.
MALENA
¿Cómo que vamos a terminar ahora? ¡Pero si pasaron 5 minutos!
MARCOS
Dijiste algo muy importante y te quiero dejar pensando. A ver cómo encarás el tema la próxima.
MALENA
¿Algo importante? Que me importa Marcos, pasaron 5 minutos. ¡Necesito seguir, no me puedo ir!
MARCOS
A veces es necesario encontrar un final, poder dejar algo atrás.
MALENA
Bueno Marcos, ganás vos, como siempre.
MALENA agarra su cartera y saca 100 pesos. Se los da a MARCOS. Se para.
MALENA (mientras camina)
Nos vemos la próxima
MALENA abre la puerta y sale del consultorio
Funde a negro.
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