Atrévete. Vamos.
Destruyamos lo que nos convocó.
Hagamos de esta historia un eterno suplicio.
Te invito a sufrir constantemente
el olvido inolvidable de nuestras pieles impenetrables.
Recordar la traición por sobre la pasión.
Sigamos por el camino
que asegure bien o mal
ser imperecederos.
Rasca tus costras,
cultiva las heridas.
Como ves, te lo juro,
es el mejor camino.
Ignoremos los impulsos,
seamos racionales y odiémonos por fin
de la forma que nuestros enormes cerebros demandan.
Vamos, te invito.
Seamos eternos al fin.
Texto agregado el 04-05-2014, y leído por 197
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Lectores Opinan
07-07-2017
Invitación para tomar el fin de un camino sin rencores solo eternidad. paulasol
24-07-2014
Extraña invitación, no suena muy amable el camino a seguir para lograr esa eternidad. Me encantó "rasca tus costras, cultiva tus heridas", muy bueno. Saludos. campana
26-06-2014
bonita invitación... a mi solo me invitan a café! jejeje unbeso