¡Boom! Abría los ojos y respiraba profundo, no sabía dónde estaba, al parecer me encontraba en un hospital, me tomaba unos minutos para observar a mi alrededor y sí, me encontraba en un hospital, en una camilla o cama, agujas en las manos, olía un poco mal, pero ¿como había llegado hasta ahí? se suponía que estaba en mi casa, en mi cuarto, durmiendo, que diablos hacía en un hospital.
-¡Por fin despertaste! - me decía una enfermera, mientras le picaba a un botón rojo que se encontraba a mi lado - te tengo envidia, cómo pudiste haber dormido tanto.
-¿De que estás hablando? Si yo dormí lo habitual, lo que normalmente duermo, ¿o no? - lo mencionaba con duda - pero ya enserio ¿qué hago aquí?
-Triste tu caso amigo, uff... ¿cómo decirlo? sin que te preocupes.
-¡Ya dilo de una vez! que me preocupas, me haces pensar lo peor y eso no me agrada, ¡ya dime como carajos llegue hasta aquí!
-No sé si deba decirte, no sé como vallas a reaccionar, puede que te asustes y lo tomes mal.
En ese instante entró el doctor y grito "se despertó" que coño estaba pasando, porque no iría a despertar, porque tanto misterio, ocupaba respuesta y las ocupaba rápido si no me volvería loco, me estallaría la cabeza si no me enteraba que estaba sucediendo.
-¡Hijo! - se ollo un grito - ¡Hijo! - entraba corriendo salvajemente un hombre y se dirigía hacia mi - por fin despertaste pensé que nunca lo harías, temí lo peor, te quiero.
No tenía la menor idea de lo que estaba pasando, pero al observar al sujeto me daba cuenta que era mi padre, ¡era el! pero donde se encontraba mi madre, se supone que debería estar aquí tambien, ¿o no? ¿Qué estaba sucediendo?
-Señor tiene que retirarse ahora, tenemos que hacerle un chequeo a su hijo, venga mañana, entonces le diremos si todo este bien, para comentarle cuando lo daremos de alta, para que se pueda llevar a su hijo, ¿entendido? así que por favor retírese ahora- el hombre salió con una cara de enojo y tristeza pero no podía hacer nada así que no replegó.
-Así que... ya despertaste... te tendré que hacerte unas pruebas, no te asustes - me decía el doctor mientras sacaba una lámpara de su bolsillo y la dirigía hacía mis ojos - haber abre bien los ojos, vamos a ver si tienes alguna reacción contra la luz, por aquí te vez bien, ahora respira profundo, ¡perfecto! para asegurarme de que todo esté bien te mandare a hacer una resonancia magnética, ahí podre observar si tu cerebro sufrió un daño o si esta bien.
-Pero de que esta hablando, ¿por que estoy aquí? dígame doctor, no entiendo nada, según yo hace unas horas me encontraba en mi casa, en mi cuarto, dormido, y de la nada aparezco este hospital.
-Am... Usted joven, estuvo en coma durante 4 meses - me lo decía en un tono frio
¡Qué! ¿Cómo es eso posible? es ilógico, no puede ser cierto doctor, ¿por qué iría ha caer en un coma si no me paso absolutamente nada según yo recuerde, basta de bromas doctor ¡dígame la verdad! ¡Esto no es divertido!
-No es una broma, toque con cuidado el lado izquierdo de su cabeza, cerca de la oreja, por favor.
No podía creer lo que estaba ahí era impresionantemente horrible, ¿como paso esto? - me preguntaba a mi mismo - lo que estaba tocando era una cicatriz de al menos 2" de largo, ya estaba cicatrizada pero me dolía de solo pensar en una de las cuantas cosas que me pudo haber pasado, para mí era inexplicable, era espantoso, si me hubiera pasado algo que ocasionara esto, me acordaría ¿o no?
Yo me acuerdo de todo, perfectamente, tengo la mejor memoria que puede existir, pero seguía siendo difícil creer lo que estaba sucediendo, para mi seguía siendo difícil de explicar. No había una explicación lógica para mi, ¿qué me había pasado?, ¿Por qué a mí?, esa era la pregunta principal, ¿por qué a mí?, no tenia explicación.
-Lo siento hijo, de seguro fue difícil para ti – me decía el doctor – pero no se la historia de lo que te paso, tu doctor se fue de viaje y me pidió que lo supliera en su ausencia, pero no te preocupes me encargare que todo salga bien, así que por favor cálmate e intenta dormir un poco porque mañana te voy a hacer un examen para ver como estas, así que intenta descansar.
Me hubiera encantado detener al Doctor para que me diera una respuesta de que sucedía, pero estaba muy cansado, no estaba en mi mejor condición y aunque se me hacia un poco tonto que hubiera estado durmiendo 4 meses y todavía tenga sueño, pero ya no lo aguantaba así que deje de luchar contra él y le deje que me venciera.
A la mañana siguiente, me despertó los pasos de alguien, cuando abri los ojos y los enfoque, era una enfermera estaba cambiando el suero, cuando me vio, soltó una pequeña sonrisa y dijo –Me imagino que has de tener hambre ¿verdad?- yo, afirme con la cabeza mientras hacia un acara de perrito triste, ella se rio.
-Déjame ver que puedo hacer, no te desesperes- terminó de cambiar el suero, me soltó otra pequeña sonrisa y salió de la abitacion.
Ahora te tengo que llevar al laboratorio para hacerte una resonancia magnética.
-Doctor, enserio que me paso – lo decía con un tono más serio – por favor, no me acuerdo de nada de lo que paso.
-No creo que sé el indicado para decírtelo – el doctor se cayó y salió, llamo a una enfermera para que lo ayudara a llevarme al laboratorio. Seguía sin saber que estaba pasando, al parecer tendría que esperar a que pasara todo esto para que me dijeran que había pasado, no sé si podré aguantar el tiempo suficiente para saber que me había pasado.
La enfermera se me acerco, hiso varis cosas con el monitor que estaba lado y el tripie donde colocaban los sueros, trajeron una silla de ruedas y me ayudaron a montarme en ella, el doctor me empujaba y me llevaba al laboratorio, me sentía extraño, si normalmente uno se siente raro con solo saber que estas en un hospital con esas batas raras donde se te ve el trasero, ahora con eso y agregándole que no sabes que haces en uno. Cuando por fin llegamos al laboratorio, la enfermera me dio unas instrucciones de cómo ponerme y que no hacer, lo típico, como, no te muevas, relájate, etc. Al acostarme en la cama, me sentí bastante nervioso, porque no sabía que iba a pasar después de eso, si el doctor se daría cuenta que paso, cual es la razón por la cual no recuerdo mi accidente, entonces entro un doctor diferente al otro y me dijo que era “Neurólogo”, pero lo dijo como si eso tuviera que calmarme.
-Muy bien, estamos listos para empezar, recuerda relájate- empezó a decir varias cosas que de las cuales no puse atención por la razón que seguía sin poder creer el hecho que estaba en un hospital, -Perfecto, ya terminamos-. Aleluya pensé, odio esto, es desesperante estar aquí, -No estuvo tan mal ¿verdad?-. Cuando dijo eso estuve a punto de golpearlo, estaba desesperado, nadie me decía porque carajos estaba aquí.