Desde que nació, su función en el mundo estaba predestinada. Dar protección, amor y bienestar sin importar las circunstancias.
Esto era un poco difícil, por no decir ambiguo ya que desde sus 2 meses de vida, fue apartado de su madre y hermanos; regalado a otra familia donde supuestamente era necesario, a pesar que en esta ya había hijos.
Durmiendo todas las noches en la cocina, pasearse por la casa con sus pies desnudos, arriesgándose día a día que los niños del hogar lo tomaran como un juguete, en las noches los padres lo regañaran por los supuestos males que había cometido, (algunos sin querer, otros por no saber y muchos inculpados por parte de sus “hermanos”), ni que hablar de las salidas diarias que tenía; programadas, siempre misma hora, por periodos de tiempo iguales, casi siempre la misma rutina, “correr, mirar, obedecer”.
Sin embargo, al mirar sus honestos ojos, se podía ver todo el amor que tenia hacia su familia, se veía que sin importar lo que pasara, lo que le hicieran o a lo que lo sometieran, siempre brindaría su protección a cada uno de los miembros del hogar, porque a pesar de todo, siempre querría el bienestar para cada uno de ellos.
Al pasar los años, su situación no cambio mucho. Pero era feliz al lado de sus seres más queridos sin importar las circunstancias, fidelidad absoluta, amor real, con su mirada siempre honesta y pura.
Pero el tiempo es un enemigo contra el cual nadie puede pelear, la vejez con todas sus complicaciones llega, incontinencia, sordera, perdida de la visión, comer todo en papilla por la falta de dientes, dolores, el estar en medio de la sala de noche y llorar por no encontrar el camino a la cama, para que al final termine tieso en una mesa de metal fría.
Triste… si, ¿pero cuando la muerte no lo es?
Miremos las cosas desde un punto de vista más profundo. Este maravilloso ser, enseñó lo que es amar de verdad, la paciencia y comprensión que hay que tener con nuestra familia, lo valioso de la fidelidad y lo importante que es proteger a nuestros seres amados.
El Universo es sabio y su energía, nuevamente hace parte de la tierra para dar nueva vida y esperanza al mundo.
"Toby, mi fiel y leal perrito, nació el 23 de Abril de 1993 y murió el 8 de Abril de 2010" |