EL INDOLENTE

En un mundo lleno de mentes desajustadas, como queriendo coger mariposas, se exhiben corazones violentos.
Seremos entre los miles los cientos que escapan de la mirada alterada del que se impone sujeto a un destino sin futuro, lleno de soledad y un lóbrego último día, y correremos buscando el alba que se asemeja al infinito sinapsis de cada pensamiento que no es apresado por la mano dura del indolente.
Dijo al hombre:
- Destruye!
Y observando lo que tenía frente a él respondió:
- ¿por qué?
- No preguntes. Destruye.
¿en dónde reside la obediencia ciega?
¿Del que exige la obediencia?
¿Del que obedece?
Humanidad…
Lo humano…
Bella expresión de nuestra naturaleza que vez tras vez el hombre quiere despojar en brutalidad arrebato de su mente desajustada, como queriendo coger mariposas, engañándose a sí mismo, cerrando los ojos, para perderse en un lóbrego último día.