Te soñé,
caminando por un sendero,
venias hacia mí;
con tu bella sonrisa infantil.
Una luz especial
alumbraba tu mirada
a punto estabas
de llegar a mis brazos.
Te detuviste frente mío,
entonces tu dulce voz
como susurro me dijo
Te amo.
Tus manos rodearon mi ya;
enorme cintura,
acariciaste mi vientre;
te inclinaste sobre él.
Dos lagrimas rodaron por tus mejillas
al mismo tiempo que bendecías
un nombre y le llamabas mi bebe.