Madriguera

No hay para mi una madriguera más hermosa que la que veo en sus ojos. Ojos vidriosos, porque como es bien sabido siempre hay mas luz que oscuridad en los ojos. Esbelta y pálida, sus rasgos tan finos, la mire por donde la mire, es hermosa. Incluso con ese ligero amarillo que se le escapa del rostro. Eructa la novena copa de vino. Vino, ron, y tequila, la mezcla divina de la borrachera infinita. Melodía angelical tu canturreo de ninfa. Mi pensamiento perdido pero mi vista fija. Tú, vida que sabes que esta noche nuestra aventura se termina. Así que debe durar por siempre. La luz pastel acaricia su cara mientras envuelve su silueta por las cortinas para tratar de ver a través de la ventana. Coqueta y torpe, sexual e infantil danza hasta terminar sumergida en las aguas de la piscina. Si tan solo hubiese caído dentro de la piscina primero.