Eterna frustración de una mente con cuerpo.

Quisiera ser inmortal, para poder seguir creando, porque amo más al arte que mi propia vida… porque prefiero quedar incontables horas pintando, escribiendo… sirviendo de puente entre este mundo infame, tumultuoso que tengo en la cabeza y el mundo que tanto se jacta de ser el real. Quisiera no cansarme nunca, no necesitar dormir, porque dormir me impide soñar. Soy de esas personas que sueñan despiertas, que vagan constantemente sin pretender buscar luz en el camino, aunque también soy de esas personas que sufren por estar atrapadas en una vida mundana.

Quisiera ser más que nadie, y con el tiempo hacer que quienes admiro sean sólo figuras que estén debajo de mí… porque los pequeños triunfos que he logrado son miserables éxitos al lado de esos grandes talentos. Quisiera lograr más. Quisiera hacer más… ¡Pero esta vida mundana me tiene en sus garras!

Quisiera que el mundo y el universo sea arcilla en mis manos, quisiera ser Dios… porque a lo menos intentaría hacer la vida de muchos- incluyendo la mía- menos miserable, y a lo menos trataría de escribir un final honroso y feliz.

Quisiera no tener ni cuerpo, ni forma, ni género. No ser cuerpo, sino simplemente un ser. Algo más que una criatura viva o inerte. Quisiera ser… mucho más que yo, pero… la gran frustración que tengo es que jamás seré algo más que mi propia persona, a pesar de que haya tenido éxito en lograr ser mejor.