Horas que nutren mis pensamientos vacíos,
no quiero encontrar en mi mente más dolor,
prefiero vivir en la quimera de aquel momento
en la tarde lánguida de un otoño rasante
entre la bruma y el cerúleo de agua cristalina.
Con una flor nívea que me sirvió de diadema,
entre el aleteo fulgurante y el polen generoso
que cubría mis formas de brillante brocado.
Me quedé hace tiempo esperando tu vuelta,
no necesitó más para qué... si es así como vivo.
Texto agregado el 30-04-2014, y leído por 75
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
30-04-2014
Amor verdaderoooooooooooooooooooo........... mis 5* Creo que seras una proxima Neruda! mipropiotu
30-04-2014
Es increíble, como la tristeza la transformaste en un sistema de vida, tan común a veces. Cogito
30-04-2014
Añoranza y tristeza en tus hermosos versos. girouette-
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