Escribir es...

La página blanca llama y los dedos se deslizan sobre las teclas mientras los ojos se cierran, siendo los parpados pantalla de las imágenes interminables que bailan en tu cabeza; que buscan soltarse entre la tinta, entre tus manos.

Una a una, de la nada y del todo, las letras, las palabras; se graban en el infinito blanco de un archivo que después, puede llegar a perderse entre miles de íconos, flotando en lugares inexistentes y vacíos que a la vez están llenos.

Escribir no debería ser algo arduo, molesto, cansador. Escribir es agua que fluye de tu cabeza y se vuelca en páginas, en párrafos, en oraciones. Se desliza fuera de tu cuerpo para cobrar vida propia y entablar relaciones con los demás; mostrándose, llamándolos a conocer algo nuevo.

Escribir es dejar un algo que incluso cuando ya no estés, perdura; es sobrevivir.