El sueño de una rosa de besar la mariposa, es el deseo de la diosa impávida de bajar de lo alto de su altar para caer al deleite de su adorador hombre de carne y hueso a quien tocar, besar y saborear el fruto del ingenio humano, quien en su limitado estar recrea tanto o más bienestar que el Olimpo mismo le envidia de sus manjares y deleites sin igual. La diosa y otra se van a probar a quien les de mas que una oración, y se encuentra a Perencejo quien no era pendejo y las vio tan buenas que dijo esta hecho, papaya puesta; pecado que no apesta, entonces ellas que no era humildes ni pacientes preguntaron al Perencejo cual de las dos era la más bella y el que no era pendejo, medito un poco (procurando salir bien librado de este embrollo) y rapidito contesto, si me dice que escoja las cojo a las dos pero si es de empezar a pecar mejor me quedo solo pues como hago pa` aguantarme tal remesón de dos diosas tan poderosas y bellas como Afrodita y Atenea que en su venganza podéis acabar hasta con el nido de la perra peleando por mi favor, como soy tan poco y de mortal proceder mejor porque no me dan a comer de la manzana de la inmortalidad y así aguanto cada embate de ustedes dos, las dos asintieron a su razón y perencejo mordió la manzana pero se marcho sin dar respuestas a las dos pues el dios Zeus después de tal afrenta de dar a probar de un fruto del Olimpo a este tal Perencejo, bajo en medio de un gran nubarrón que lo cubrió todo y ahí fue que el pelero dejó y estas dejo viendo un chispero pues el que no era marica no se iba a chupar un trueno, y sabía que ellas se libraría de su castigo pronto y que le buscarían para ofrecerle lo mejor de cada una con tal de poder humillar a la otra.