Una pequeña mucha de porcelanito estaba sentada, sobre un cama rosa con flores azules, las flores azules tenían un significado especial para la dueña de el cuarto, su abuela las adoraba y a ella le decía pequeño pétalo de rosa azul, y ella solía preguntarse ¿Por qué pequeño pedazo de pétalo de rosa azul? Hasta que un día la abuela le explico:
-Eres el pequeño pedazo de pétalo azul, porque eres especial y también eres difícil de encontrar con tu características no puedes ser una rosa cualquiera o de cualquier color.
-¿porque no soy una amarilla, roja, naranja damasco? ¿Por qué azul?
-porque esas rosas están en todos lados –suspiro
La muchacha algo extrañada fue al su cuarto, tomo su muñeca y le comento lo que había dicho su abuela por supuesto sin esperar respuesta alguna, pero la muñeca respondió
-Es una mujer sabia tu abuela, pero para decir eso debió haber visto el interior de tu corazón eso es lo que diferencia a las rosas el color.
La muchacha sorprendida suelta la muñeca al aire y como arte de magia floto y callo de pie y exclamo – cuidado, soy frágil igual que tu .Ella respondió:
-Por que hablas no es normal debes estar callada
-Aunque no lo creas todos podemos hablar es un don que nos dio tu abuela para cuidarte y nos dijo que estarías preparada cuando supieras que eras una rosa azul.
-preparada ¿para qué? ¿Que aran conmigo?
-nada –exclamo-simplemente tu imaginación volara sabrás cosas que no muchos saben o al menos no muchos que yo conozca, me llamo adri.
-Yo… me llamo e…le….na.
-Eso ya lo sabía Elena se todo sobre ti, cosas antes de que nacieras también .
- ¿pero como?
- bueno esperábamos tu llegada a la tierra para defendernos y protegernos en este mundo que no es como el que solíamos tener –
. ¿Mundo? ¿Solíamos tener?
-No somos de este lugar somos de unicorlandia .
-no me gastes bromas por favor .
-los unicornios no son simplemente leyendas, tenemos un mundo entero que te pertenece.

La muchacha poco comvencida corre en busca de su abuela para que confirmara lo que dijo la muñeca, pero no había rastro de la abuela por ninguna parte