Mientras no te dejé partir.

Absurdo necio,
tonto de los días pasados
que se construyeron tras un muro.

Mientras no te dejé partir,
estuve por ti esperando.
Pero me olvidé avisarte...

Dejé tu espacio en mi cama,
compré tus libros de postres,
Imité nuestro hogar desvanecido...

Conseguí un pequeño compañero,
que hiciera más llevadera la espera,
mientras juntos esperábamos tu sombra.

Guardé las cosas que me regalaras,
para evitar los reclamos a tu arribo,
y las puse en una caja para ti.

Escondí la letra de madera.
Conservé la estrella,
mantuve la geoda...

Guarde las cartas de amor,
retuve en mi tus fotografías,
me tragué todo el dolor.

Pero de pronto saludas...
Me dices que cómo estoy,
Y de pronto me desnudas.

Ayer supe compartidas las quimeras.
Con alguien más que no soy yo.
Hasta te llevaste al susto.
Y me arrancaste el amor...

Tienes los libros en cajas...
extrañando lo que no querías soltar,
¿Entonces, eran pretextos?

Yo entiendo cómo las cosas,
pueden de pronto cambiar,
como las hojas al viento,
Hacer la vida al andar.

Pero dime ¿qué hago ahora?
¿Dónde diablos meto todo esto?
Lo que guardé para ti, pensando en nosotros...
¿Tiro el dolor que me ahoga?

¿Qué hago con la piedra,
el trozo de madera,
las cartas y las fotos?

¿Les prendo fuego a ceniza,
las rompo como pueda,
les tiro a la basura como tú?

Mantuve la esperanza
y no la dejé morir,
tuve a mano la añoranza,
nunca me dejé rendir...

Mientras no te dejé partir,
hiciste seguir tu camino,
huyendo de mi destino,
...y sólo me resta escribir.