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Definitivamente era un cerdo en toda la extensión de la palabra. Todas las noches llegaba a su casa borracho a pegarle a su mujer, a tratarlos mal a todos en la casa, y a molestar por todo.
Aficionado a las jovencitas, bebía y comía en exceso, menospreciaba a sus hijos, era un perezoso, hablaba mal de todo el mundo, y jamás fue al teatro ni leyó un buen libro porque según él, eso era para los tontos y para perder el tiempo; veía demasiada televisión, y para colmo era un pequeño burgués de esos que me dan alergia y que creen que se dan la gran vida, y que lo han visto todo; y encima de todo, era machista.
Hasta que un día sus malos hábitos alimenticios, la falta de ejercicio y el abuso del alcohol hicieron que se le subiera el colesterol hasta las nubes, se le taponaran las arterias y le diera un infarto.
Para su fortuna no estaba solo ese día, pues su otra mujer (no la morenita chuzca del cabaret sino la monita del estanco) estaba con él en esos momentos “cumpliendo con sus labores”, como él decía, y alcanzó a pedir un taxi desde el motelucho ese al que habían ido al comenzar la tarde, y él pudo resistir un poco hasta que llegaron al hospital. De inmediato lo atendieron, llamaron a su casa y su mujer vino corriendo lo más de preocupada a enterarse que su marido estaba apunto de morir por un infarto... y que no estaba precisamente trabajando, tal como le había dicho esa mañana.
Tras hacer lo necesario para que se mantuviera con vida, el doctor dijo que era mejor operarlo, pues la droga que le habían dado la última vez que le sucedió lo mismo, no había funcionado porque él había dicho que era un macho, y los machos no toman pasticas rosaditas para la presión, porque eso es para las mujeres... ¡los machos como yo somos como los toros, y un toro puede aguantar lo que sea!!
A los tres días del incidente, y como el médico lo dispuso, lo operaron. Necesitaron cambiarle las arterias, pues las suyas en realidad estaban en muy mal estado, pero como en éste país no hay plata sino para invertir en la guerra, en los sapos, perdón, en la Red de Informantes, en la televisión y en los bonitos carros y guardaespaldas de los ministros, senadores y “representantes”, y no la hay para educación, seguridad social, y muchísimo menos para salud, a nuestro querido héroe no le pudieron hacer el transplante de venas de la forma correcta: aunque la operación fue un éxito y él se recuperó pronto, los pedacitos de venas que le pusieron no eran de humano sino de cerdo... porque ya no se donan órganos: se trafica con ellos. Además aquí la gente se muere principalmente de infartos y tristeza viendo noticias, y al enterarse REALMENTE de las “maravillas” que hacen los del cuello blanco, con lo cual las venas quedan casi inservibles. Por eso hubo que poner en práctica el plan B para salvarle la vida.
Así pues, que luego del suceso el hombre estuvo tres meses en recuperación al cuidado de su mujer que ya le había perdonado la pequeña mentirita del otro día, y que estaba como siempre, sumisa y feliz de tener a su esposo en la casa. Así tenía que ser...”porque es que las mujeres nos tenemos que aguantar... para eso estamos...”.
Y tuvo que descansar bien, no comer tantas grasas, ni tan dulce ni tan salado, no hacer fuerza, y no tener rabias, sustos ó alegrías fuertes, osea, cero nenas; más, a pesar que todo se hizo según instrucciones del médico, y hasta le encimaron el caldo de chulo (la abuela dijo que para que se aliviara más rápido), algo extraño comenzó a suceder: poco a poco se empezó a sentir diferente, y su cuerpo fue cambiando. Primero lo sintió en la nariz que antes era redondita y pequeña, pero ahora la sentía más chata y ancha, como de marrano, dijo su hija; y con todas las dietas y cuidados se fue engordando más y más, y su cuerpo se vio un poco más pesado y voluble (era culpa de la mujer, lo estaba consintiendo mucho), y las orejas le cambiaron de posición, y hasta se volvieron más largas y se agacharon, las patas se le acortaron, y la piel se le volvió rosadita y cubierta de un pelo suave, y por último le salió una colita delgadita y simpática que generalmente mantenía entorchadita...
Sí, paulatinamente fué convirtiéndose en un cerdo, sólo que era más evidente ahora, y por el físico, se le notaba un poco más.

Texto agregado el 16-05-2003, y leído por 494 visitantes. (9 votos)


Lectores Opinan
29-07-2006 Muy bueno. Gran sorpresa, en el texto se maneja bien la expectativa, además de la crítica social que no incómoda en absoluto, al contrario le da una connotación más Real... Es como una fusión de la realidad con la magia de las palabras. Hericuento
23-09-2005 Mis ***** fabiangs
17-01-2005 Sí... la explicación definitivamente no era necesaria. Pero bueh. Está muy bien narrado. Ah, pero "más" sólo se tilda cuando es adverbio de cantidad. Reflejás una realidad que, obviamente, para la mujer que medio piense no va a resultar agradable. Listo, ahora regresá a la cocina y haceme un sandwich. Desleal
19-04-2004 bravo alejandra!, el mundo necesita más mujeres como tú!, un besazo Vihima
23-08-2003 Ay que bueno! está genial y da que pensar. Por favor no hagan de sus hijos futuros cerdos, y menos hagan de sus hijas las mujeres q los soportan!! Gracias Makea
13-06-2003 Entre verdades como puños y verdades kafkianas, me pareció a mí... P.D.: Abre el balcón, tira un jamón, escucha que viene Quinito...ñamñamñamñamñam!... Besos! darken
08-06-2003 me ha gustado como usas acá la ironia para declarar la realidad social. Gabrielly
04-06-2003 No está mal, está bien narrado como los demás. Lo que no me pareció muy adecuado es esa especie de justificación o lo que fuere que escribió ahí abajo. Atentamente uno
29-05-2003 Tiene mucha fuerza la narracion, me gusto coraima
28-05-2003 Me place que les guste. En realidad es una pequeña crítica de lo que percibo sobre las relaciones de género que se manejan en Colombia, y en general en la sociedad latinoamericana, donde el hombre ocupa un cierto lugar y debe hacer tales o cuales cosas obedeciendo a un papel que se le ha conferido, y lo que se considera como adecuado. Cosas como que no se es un "macho" o un hombre de verdad si no se tiene más de una mujer... que las mujeres han de ser siempre de su casa, y que tienen que aguantar lo que sea para no dejar que se fragmente su hogar... Así mismo, es una crítica a la cotidianidad que vivimos, donde cierto tipo de sucesos se nos hacen comunes, como el no tener cómo ayudarlo de forma adecuada y ... las razones por las que la gente se muere... (no las ilustré todas porque me hacen enredar en mi lengua... no, mentiras.) De todas formas, gracias por atreverse siquiera a comentarlo...( ayuda mucho) Saludos, Alejandra. Gaya
16-05-2003 Me gustó mucho tu escrito, la transformación lo mejor y la forma de narrarlo si te cuento. Algo de esto leí en algún sitio. Veré si encuentro la referencia y te la paso, por si te interesa leerlo. Un besito. lateo
16-05-2003 jajaja... me encantó la metamorfosis del cerdo en un cerdito... un saludo rnahimla
16-05-2003 Muy bien. Me agrada el relato, el cierto grado de candidez e imaginación resulta efectivo. Las oraciones las encuentro un poco largas y con bastantes comas, quizás sería apropiado revisar este pequeño detalle. De cualquier manera, no demerita la historia. La ortografía es buena, excepto en el caso de la o acentuada: no lleva acento. Minucias. danielnavarro
16-05-2003 buena, buena . . . me gusto mucho, termine muy contento con tu relato, me recordo mucho el cuento " la granja de los animales " PaYaZOO
 
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