Cuando te vi por primera vez de verdad que no me simpatizaste, todo fue extraño para mí. El verte día a día en un salón de clases me daba igual, yo había terminado una relación amorosa, para mí el amor era algo poco llamativo y agradable en mi vida, ni si quiera me interesaba una mujer para pasar el rato, simplemente alardeaba de estar con muchas para subir mi autoestima errónea y absurda. Pensé que eras una más, un ladrillo más de aquella pared por la cual todo habían cruzado, pero me equivoque, me di cuenta que eras distinta. A medida que pasaba el tiempo los vínculos entre tú y yo fueron cambiando, dieron un giro inesperado lo cual sería el comienzo de algo distinto, un rumbo totalmente opuesto al ya conocido y existente. Poco a poco comencé a sentir algo por ti. Me daba igual al comienzo, no quería nada con nadie, pero ese sentimiento “absurdo” para mí, en este momento, fue tomando vida propia y apoderándose de mí y todo mí ser… Llego el momento en que no podía sacarte de mi mente, me moría de celos cuando otra persona se te acercaba, la amistad que habíamos cosechado me daba miedo para poder decirte algo más, tenía tanto miedo a ser rechazado… Fue pasando el tiempo, me sentía como si estuviera en un campo de orquídeas y claveles, tu olor era algo que excitaba mi mente, simplemente con tu aroma en el ambiente sabía que eras tú quien lo había generado. Me fui ganando tu cariño como amigo, pero aun me arrepiento por todo.
Por todo lo que desperdicie en todo ese tiempo de amigos, todos esos abrazos, besos.
Llego la hora de poner fin a la etapa educativa y comenzar una vida con responsabilidades y con libertad de hacer todo lo que en los horizontes de tu mente emocionada podrías imaginar.
Me di la oportunidad de tratarte distinto y acercarme a ti, al comienzo fue complicado porque me rechazaste, dejándome en el vacío de mis pensamientos preguntándome:
¡¿Que hice mal?!
No sabía si era el indicado, ni si quiera si lo que te decía iba a ser verdad, pues el amor para mí era algo tonto después de todo lo que tuve que pasar. Aun así me arriesgue, llegue a ti y poco a poco a tu corazón. En un deseo puro de parte de tu madre la cual me invito a un paseo, se dio una oportunidad de profesarte mi cariño y todo lo que sentía hasta ese momento, que era poco para lo que te merecías.
Recuerdo todo lo que hiciste para que ese viaje sea factible, recuerdo las preocupaciones, las tristezas, la melancolía y las tristes emociones que invadían nuestras mentes y corazones.
Me di por vencido, sin intentar nada, era como un guerrero obsoleto y poco encarecido. Sin embargo me diste la noticia que iba a ser factible ese viaje junto a ti a la Costa del país, cuando llegamos me di cuenta que todo era distinto, la última noche antes de regresar a la triste realidad, una noche de dudas, de emoción y amor nos arriesgamos a algo más que solo dialogar, recuerdo perfectamente como mi cuerpo poco a poco entraba entre tus sabanas, feliz y preocupada ninguno de los dos sabíamos lo que pasaba.
Aquella noche casi te hice el amor, algo que pensé hacer con una persona a la cual iba a amar por el resto de mi vida, aunque sea en silencio.
¡Lo haría! …
Con miedo y preocupaciones no pudimos entregarnos mutuamente, respete tus decisiones e hice caso a nuestros corazones, recuerdo como entre ruidos, emociones abruptas y con un miedo terrible me cole entre las sabanas de mi cama hasta el siguiente día, sin antes recordar cada beso, abrazo, caricias; caricias que despertaban el deseo de placer hasta del más inocente niño.
Una noche donde la inocencia se perdía entre todo el conjunto de amor y sensaciones nuevas que experimentábamos, amaneció y pude darme cuenta que aquella noche fue la mejor, desperté feliz pero mi corazón taciturno lleno de melancolía porque era el último día a tu lado, amada mía.
Cuando tomaste mi mano en el trayecto rumbo a casa mi corazón latía 2 veces más rápido que lo normal, sabía que estaba enamorado, sabía que todo lo que hice aquella noche, entregarnos el amor como lo hicimos, valió la pena y lo seguirá valiendo hasta que de mi salga un último suspiro.
Luego de todo, en una conversación nos confesamos muchas cosas y acordamos que con FE Y PACIENCIA todo marcharía a la perfección. Recuerdo ahora, recordare mañana y siempre que tú y yo somos puros, somos 2 personas que llegaran a perder la inocencia juntos, dejando la ropa a un lado y simplemente penetrando el alma de nuestro inmaculado ser, llenando de emociones todos nuestros corazones.
Luego de todo esto tengo que confesar que me siento triste... me siento atrapado en un futuro incierto, ya son 7 días sin verte, no puedo seguir más tiempo lejos de ti, no puedo, ni debo, ni pienso vivir sin ti.
Cielo, te quiero y todo esto es por amor, te deseo como un hombre desea a una mujer, para amarla por siempre, no te quiero como un niño quiere su paleta o su figura de acción.
Te quiero para toda la vida amada mía.
Esta semana lejos de ti me hace darme cuenta todo lo que siento por ti y que no soy capaz de vivir lejos de tu inmaculado ser, el saber que en poco tiempo mi vida cambiara de rumbo e iré por tanto tiempo a un lugar donde entrenare para proteger y servir, aunque ayudar al resto signifique incluso mi desestabilidad amorosa, lo hare, porque sé que luego de todo esto te tendré a ti, esperándome y listos para ser felices toda la vida junto con la bendición de Dios, tanto tiempo que no nos veremos que sirva para algo y que nos demos cuenta que nos queremos.
No puedo seguir ocultándolo, quizás es demasiado obvio entre tú y yo. Tengo que confesarte que en mis sueños te imagino junto a mí haciendo el amor, como la primera vez que es y cómo la última vez que seria, los únicos espectadores de dicho amor serán nuestros corazones, abrumados de tantos placeres amorosos lo único que querrán es entregarse el uno al otro.
He planeado mi vida junto a ti, aunque estoy joven, siento y amo. Sé que todo esto es real, lo tengo en mi pecho dispuesto a dártelo todo a ti.
Jamás pensé querer a alguien como lo hago contigo o saber que existe una manera de querer tan grande como la que yo te quiero a ti. Solo sé que esto es perfecto para mí, y aunque al escribir esta carta puede que este llorando, sé que dentro de mí, tengo un corazón que a cada latido grita por tu amor, grita por tener un lugar en tu vida y en tu alma inmortal.
Te quiero de una manera tan pura y sincera.
Me siento solo, destruido, acabado y derrotado pero tan solo una palabra tuya bastara para aliviarme, con esto intento decirte que te necesito a ti, eres como el oxígeno de mis campos de flores, eres el agua que mantiene vivo el bosque de amor en el cual habitamos tu y yo, aquel bosque en el cual somos los protagonistas de nuestra propia película de amor, donde las únicas limitaciones serian el “no amarnos”, tú y yo nos dedicamos a ser felices, construyendo los cimientos fuertes para una base que poco a poco se está manufacturando con amor, dedicación, sacrificio, perseverancia, seguridad y confianza...
ABRE TU CORAZON, MI CIELO BELLO Y PERMITITEME DECIRTE ALGO.
“Que con solo una mirada, con solo una sonrisa me basta para olvidar mi más grande pero bello error. El brillo de tu mirada desaparece todos los obstáculos que existen entre tú y yo.
Con tu sonrisa alegras mi mundo y haces las cosas más fáciles, con tus palabras me llega la fuerza que necesito para salir adelante.
Y destruye todos mis miedos y temores que me hacen sufrir.
Quizá no te has dado cuenta quizá sí, pero creo que es muy fácil de adivinar, que me estoy enamorando de ti, no sé dónde ni cuándo nació este amor, solo sé que eres tú, la indicada MI AMOR.”
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