El, me atrae tanto como no lo imaginas, tanto. El, ya se entero que lo amo, yo me entere que me ama, ambos lo sabemos, pero no nos atrevemos. El, es mayor que yo tiene 36 años, ya con unas cuantas canas jovenes, atractivo y seductor aunque no se pueda ver. Hoy entre a su consultorio y, tenia una imagen mia, cuando se dio cuenta que lo miraba, se asusto y sus mejillas se tornaron coloradas.
Estabamos solos, y pense, es ahora o nunca. Tal parece el penso lo mismo.
- Renata que haces aquí, crei que vendría tu tía.
- Yo también lo creía, pero se sentia cansada y me ofrecí a venir.
El se quedo ahí, solo viéndome, mientras que yo esperaba que algo saliese de su boca. Hasta que ocurrio, esa expresión fija y segura, que se dirigía a mi.

El recobrando la calma y persuadiéndome con sensualidad.
Me sonrío y se me acerco insinuando lujuria. Acerco su brazo izquierdo y lo recargo en la pared, donde yo yacía temerosa, mientras que con el derecho cerró la puerta con seguro, quedando yo entre sus brazos.
- hoy será un día distinto a las demás, probare confesarte mis sentimientos de una forma diferente. Suspire y apenas hablaba tartamudee, el con una sonrisa burlona.
-¿Que va a probar? - yo perdiendo el miedo.
Me tomo por la cintura y me acerco a él. Yo hice lo mismo.
-Mi boca pide tu boca ¿un beso?, Le dije, sofocando mis ganas. Sin mostrar signos emocionales me beso.

En el sofa junto a esa bella maceta nos recostamos, beso tras caricia y caricia tras beso, esa era nuestra situación actual, Una tarde que sería difícil de olvidar...
- Esto está mal, es peligroso, imagina que mi tia se entere, te mataría - le dije angustiada.
- Enfrentare a quien se oponga si eso significa estar contigo, quiero hacerlo - dijo con placer y sin ataduras. El estaba dispuesto, yo estaba dispuesta, entonces hagámoslo, aun que sea en estr pequeño sofa.
Ambos semi desnudos a un pie del placer.
- continúe, si es verdad que esto funciona, continúe.
- De acuerdo.
El y sus labios, yo y mi cuerpo, esos labios que pintaron un camino en mi cuello. Estaba tan acorralada entre los perjuicios y aquel sentimiento vuelto loco por estar con él. Una inminente atracción, desde aquel día... - Sigue - susurre en su oído.
- Quiero que funcione tú y yo - contesto con un tono tan seductor.
Su miembro, toco la sensibilidad cautiva que yacía dentro de mí. Con un dedo rodeaba mi pecho, algo tan simple que me llevo a una experiencia tan compleja. Nuestras almas y cuerpos fusionados, que con concluyeron con los deseos mutuos de pasión.
- ¿estas satisfecha?
- absolutamente...
- entonces creo que no necesitas que te demuestre nada mas.
-¿ qué?...
- Que te amo, y la siguiente vez que vengas regresaras como, mi mujer, mi amante. Mi todo... porque te amo y aun que hay diferencia de edades y los demás se opondrán, luchare para estar por siempre contigo.
En ese momento me sentía plena con una felicidad incontrolable.
Lastima....Era solo un sueño.