YO HE VISTO UN CANGREJO



Mi madre solía cantar una decima guajira que decía :

>> Yo he visto un cangrejo arando
Un zorro tocando un pito


Yo he visto a veteranos Manbises.
Los vi reunidos, los ya pocos sobrevivientes , vestidos con sus guayaberitas blancas empercudidas por el tiempo, con sus viejos y raídos sombreros y sobre su corazón la medallita de bronce, gastada y sin brillo sujeta por una cinta tricolor...azul, blanca y roja , los colores de mi bandera y por la que ellos lucharon.
Los vi sencillos, amables viejitos conversando entre ellos , contandose quizá anécdotas de sus jefes Mambises o de combates a puro machete, - solo conocidas y vividas por sus protagonistas , hombres de aquellos tiempos, quizá mucho mas jóvenes que Jose Marti en su primera prisión y que hoy, en nuestra época, solo serian niños .
Aquellos niños de nuestro tierra campesina que a los siete o diez años ya araban la tierra y sembraban con sus padres y se hacían hombres y se hacían Manbises; mensajeros, avitualladores , enfermeros o, quizá, solo sacaban el filo a los terribles machetes Mambises
Los vi, los sentí extinguirse, como se apaga poco a poco el ultimo rayo de sol tras las lomas de mi tierra en el atardecer.

La ruta del cortejo fúnebre pasaba frente a mi casa .
Ya de lejos se sentían los acordes del himno invasor que tocaba la banda municipal y yo le preguntaba a mi madre
– ¿ Mama y esa música...? – Y ella con voz queda contestaba...
– ¡ Ha muerto un Mambi.... !

Yo, sentado a horcajadas en la baranda del colonial portar de mi casa , en silencio y con mi joven corazón oprimido e inundado por extraños y desconocidos sentimientos, observaba el lento y rítmico paso del triste desfile.

Primero pasaba la banda, de trompetas, tambores, trombones. Viejos instrumentos gastados por el uso y el tiempo, con su motivadora y triste música inspiradora de un solemne respeto como despejando el camino del final encuentro del viejo-niño Manbi con los demás héroes de la lucha de Independencia Nacional
Detrás, lentamente y sin miedos, el carro, tirado por cuatro hermosos corceles, cargando el ataúd cubierto por mi bandera nacional que, sobre aquella sencilla caja de madera, lucia mas digna que nunca
Caminantes, vecinos, vendedores ambulantes, comerciantes, niños en juegos. El tiempo , el sol, el viento se detenían , solo el cortejo avanzaba....a paso lento, ¡ Como si nadie quisiera despedirse de la historia.!

El denso e impositivo silencio roto por los tristes acordes musicales, por el sonido producido por los cascos herrados de los corceles al chocar contra los duros adoquines y el chirrido de alguna rueda del carruaje, mal engrasada, molestaba. Todos queríamos escuchar como recibía nuestro apóstol a aquel viejo-niño Mambi .
Los militares adoptaban la pose de atención y, llevando su mano a la visera de su gorra saludaban .
Los viejos se quitaban sus sombreros de guano y lo colocaban sobre su corazón , alguna mujeres lloraban y los niños, deteniendo sus juegos, cerraban sus abiertas bocas, a otros se les escapaba una lagrima....Creo que a mi también.

Muerto de risa un mosquito
al ver a un burro estudiando....

Nuevas revoluciones, extranjeras ideologías , consignas sociales.
Promesas imposibles.
Engaños.
Pancarta de rostro romántico, guerrilleros heroicos .
Caretas de monstruos asesinos de ideas.
Consignas populistas.
Degradación nacional
Degradación generacional
He visto los veteranos de esas revoluciones. En sus suntuosas fiestas .
Los he visto dispersos huyendose unos a otros por causas de delación.
Los he visto prostituidos por dinero, poder, aceptación y comodidad .
He visto sus muertes sin honor ni gloria ni recuerdo de pueblo, solo propaganda de mercadeo.
He visto mi bandera como cortina para cubrir el crimen,el abuso y el robo a la nación..
He visto mi bandera mercenaria en África y en nuestra América.
He visto a esos veteranos vivos y los he visto muertos...
Pero juro ante Dios y mi recuerdo que no he escuchado en el silencio los acordes de banda municipal alguna.
Que los corceles no han chocado sus cascos sobre el pavimento .
Ninguna carreta ha pasado chirriando sus ruedas ni a militares saludando con honor a sus muertos.
No he visto a viejos quitarse el sombrero de guano ni ama de casa alguna derramar una,,¡ Una sola lagrima..!
Juro que no he visto a un niño despreciar su juego ...Pero si he visto a uno tratando de ocultar las suyas porque pensó en el viejo Mambi, en su hermano, en sus sueños frustrados por aquel que hoy llevan a enterrar sin honor ni gloria.......

Un buey viejo regañando a una ternerita flaca
que de risa estaba muerta al ver a una chiva
tuerta remendando una alpargata.....