La mujer, joven y de aspecto modesto, me pidió que la auxiliara en cierto asunto. Mientras trabajaba en lo de ella, la mujer no dejaba de contemplarme.
Ya bien avanzado el trabajo, ella comenzó a hablar:
-Veo buena onda en usted.
Levanté mi vista y le sonreí. Generalmente, la gente que necesita ayuda tiende a ser muy agradecida.
Ella, insistió:
No sé, me parece que usted tiene un aura especial, veo además que pronto recibirá una buena noticia, algo relacionado con dinero, no será mucho, pero le servirá bastante.
-¿Siempre tiene usted esas visualizaciones?- le pregunté
-A menudo. Mire usted, ahora lo veo nimbado de seres graciles (entiendo que quiso decir gráciles)
-Mire usted, no deja de sorprenderme.
-Son seres graciosos, algo así como querubines.
Entendí que al que le comentara esta situación, lo primero que haría, sería pegar una estridente carcajada.
-Lo de ese dinero que recibiré no deja de alegrarme. Pero debo informarle que pronto me pagarán mi renta y no es mucha novedad lo que me cuenta.
-¡No! No es lo que usted recibe periódicamente. Eso, casi todos lo percibimos. Me refiero a un dinero extra.
-¡Aaah! – exclamé como respuesta, mientras mi escepticismo comenzaba a temblequear. Pero, reaccioné y me dije: no soy asiduo a los juegos de azar, y tampoco juego a las carreras. ¿De adonde podría venir dicho dinero?
-Es usted una buena persona-respondió la mujer, que agradeció mi ayuda y se fue.
El hecho que varios días después, apareció una señora y adquirió un estante y varios otros objetos que yo tenía arrumbados por allí. Recibí por todo eso una cantidad de dinero que no me la esperaba, sobre todo porque esos objetos los tenía a la venta desde hacía mucho tiempo y nadie se había interesado por ellos. Pensé en la mujer aquella y no dejé de sentir una ligera conmoción en mi cabeza.
Lo que me preocupa de sobremanera son esos querubines que me rondan de manera tan grácil. ¿Será un aviso de que tengo que prepararme para algo que se me viene pronto, algo así como una enfermedad terminal? ¿O será que vendrá al mundo algún nuevo nietecito para alegrarme el espíritu? Me quedo más con la segunda opción, aunque estos hijos míos salieron algo remolones con esto de la preservación de la especie.
Saludo con un abrazo fraterno a todos mis queridos amigos.
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