Tu piel aterciopelada,
¡Suave! como pétalos de rosas
aprisionada en mi sien,
ensancha mi deseo
de amar.
Trémulo de pasión
te acaricio toda,
jadeas de placer.
Besos tus labios frescos
y palpitantes,
nos sumergimos
en el silencio pasional,
mi corazón se vuelve oído
para escuchar
fluir la sangre que se agolpa
en las venas
y hace latir de prisa
tu corazón enamorado.
Tus brazos como tenazas
de acero
rodean mi cuerpo,
y ya no quieres
dejarme ir,
ni yo… ¡Puedo separarme
de ti!
JOSE NICANOR DE LA ROSA.
Texto agregado el 14-04-2014, y leído por 343
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Lectores Opinan
26-07-2014
Dentro de lo pasional también es muy dulce. campana