La oscura tierra filtra una gota de salud luminosa hacia donde
pertenezco.
Es el maíz maltratado de un poema escrito en trozos.
Que se despliega y me hiere dulcemente.
Pero sólo lo que es necesario.
Transformándose en un impulso que de inmediato electrifica y abarca mi universo.
Para después retraerse.
Y huir.
Evanecente.
Hacía algún otro remoto y desconocido suelo extendido sobre el infinito.
Texto agregado el 13-04-2014, y leído por 61
visitantes. (1 voto)