Solía jugar
con la malicia
algunas tardes
de te y espejos.
Siluetas inventadas
ancladas en mi carne
saludaban ansiosas
la repentina inquietud
de mis deseos.
Hoy desperté
en un mundo mutilado
hoy desperté
con mi taza de te vacía…
Texto agregado el 12-04-2014, y leído por 144
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