Reznar, de la longeva raza Urquidiana, era el más sabio de todos los círculos sociales de la Unión Galáctica.
En aquel momento, Reznar, se disponía a observar en su ventana dimensional las guerras que acontecían el universo entero, levantó la vista al notar que se acercaba un mensajero.
-Reznar -saludó el mensajero-. ¡Gran Señor!
-Bueno, bueno, ¿qué hay? Menos ceremonias.
-Otro grupo de guerreros planea la conquista intergalaxtica.
- Hoy en día ascienden muy aprisa. ¿Quiénes son?
El mensajero dio el número clave de la galaxia y las coordenadas del mundo en cuestión.
-Ah, sí -dijo Reznar- lo conozco.
Y comenzó a predecir su futuro en el tiempo gracias a su ventana dimensional la cual le permitía en pocas palabras viajar en el tiempo.
Dijo, pues: La Tierra.
-Estas criaturas nuevas -dijo luego- han establecido un récord. Hasta ahora solo los reptilianos habían llegado a tratar de conquistar el universo entero.
-De ningún modo, señor -respondió el mensajero.
-Han llegado al conocimiento de la unificación genética, ¿no es cierto?
-Sí, señor.
-Bien, ese es el requisito -Reznar soltó una risita-. Sus naves sondearán pronto el espacio y buscaran nuevos dominios hasta llegar aquí donde nosotros habremos de intervenir para darles una arremetida de sabiduría cósmica con lo cual estos valientes guerreros pasaran a la fase de Paz y al fin habrán conseguido su objetivo de vida.
-En realidad, señor -dijo el mensajero con renuencia-, los observadores nos comunican que todavía no han penetrado en el espacio.
Reznar se quedó atónito.
-¿Ni poco ni mucho? ¿No tienen siquiera una estación espacial en su propia Luna?
-Todavía no, señor.
-Pero si poseen conocimientos elevados en física cuántica y unificación genetica, ¿dónde realizan sus guerras?
-En su propio planeta, señor.
Reznar se estremeció y se puso de pie observando de nuevo en la ventana dimensional pudo divisar una cruel imagen:
-¿En su propio planeta?
-Sí, señor.
Con gesto pausado, Reznar sacó una conclusión y diviso en la ventana dimensional el futuro de este planeta y sus habitantes. Era muy sabio y capaz de ver lo inevitable, como nadie, en la galaxia.
-¡otro planeta, otra Raza que se extingue! -murmuró.
FIN