Me he dado cuenta que cada vez que retomo mi sendero siempre hay algo que me obliga a devolverme, o a desviarme, intentos fallidos como diez mil sin exagerar he contado;
El motivo que me mueve a escribir?
Es indescriptible e inexplicable; jamás he logrado descifrarlo, amo escribir, aunque lo he hecho pocas veces, pero debe ser que son tan pocos los tristes momentos que he tenido en mi vida que por ello no lo he hecho, sí; es que escribo cuando tengo el alma movida por un dolor, una tristeza o una nostalgia.
Hoy no estoy triste, ni tampoco dolida mucho menos nostálgica, creo que hoy solo quiero escribir.
Tengo ganas de maravillarme con el mundo de las letras, de jugar con mi imaginación desbordada, de volar, de ser libre como nunca lo he sido, de ser niña cada vez que se me antoje y hacer una pataleta por cualquier cosa, de irme de vacaciones donde nadie moleste… pero son solo ganas y quisiera que algún día pudiera hacer lo que me da la gana sin sentir una culpa estúpida, pero es que el ser humano por naturaleza es estúpido y no puedo ganarle a mi condición.
Escucho miles de voces, de amigos familiares conocidos desconocidos todos expresan sus frustraciones enojos tristezas alegrías y aventuras pero pocas veces me han escuchado, siempre he pensado que soy un ser con la capacidad de escuchar y dar las palabras exactas que necesita ese ser- que desviste su alma ante mí- para sentirse motivado, muchas veces quisiera gritar por un segundo para poder desahogar todos los miedos reprimidos desde mi niñez, las tristezas vagas que lleva consigo mi alma, la rabia represada de las veces que no he podido expresar mi pensar, quisiera permitirme soltar las lágrimas que mantengo presas desde que me di cuenta que llorar no es la solución para nada, de soltar una carcajada irónica por las veces que me han mentido y lo he sabido, quisiera ser lo que no he sido en mi vida un segundo para saber qué camino sigo;
Solo en una época se es feliz pero no consciente, el resto de la vida es parte de la búsqueda que tenemos que hacer para sentirnos nuevamente libres, felices, amados y tan puros de alma de mente y de cuerpo como siempre nos imagino Dios.
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