A pocas lunas de existir
y sigo ajena a ellas.
Ya no soy la inconforme,
tampoco soy la de aceptar.
Si mi vida pendiera de un hilo
ya sé a quién se lo daría,
si mi vida pendiera de un beso
seguro escogería errar.
Hago malabares con mi futuro,
hago malabares con mis sueños,
juego a matarme de a pocos
y así todo, no lo supero.
Que desaparezcan las canciones tristes,
que se disuelvan esas miradas
y que sólo quede en mí
la fuerza para no necesitar usarla.
Texto agregado el 25-08-2004, y leído por 422
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