MI NUEVO INQUILINO
En realidad tan nuevo no es. Ya hace más de tres años que viene todos los veranos. En invierno nunca se aparece y no se adonde lo lleva su vida en esa estación fría. Pero puntualmente con los primeros calores se aparece en la puerta. Siempre luce el mismo atuendo, es un verde parduzco con algo de marrón y algo más claro por los hombros. Como luce en las otras estaciones no lo sé, ya que no aparece.
No le pregunto porque se fue o porque vino, ya que se que no me contesta. Es bastante parco y silencioso. A veces emite algo parecido a un gruñido que no se interpretar si es un saludo o una despedida.
Me molesta que aparezca de pronto en mitad de mi casa, hasta en el baño lo vi una vez, y lo saqué rápidamente. No me gusta bañarme acompañada. Si pidiera permiso, va y pasa, pero no, entra como si fuese el dueño y eso no me agrada.
Lo peor es que se mete en el agua para refrescarse, cosa que entiendo por el intenso calor que llega a hacer acá en el verano. Pero no me gusta que la ensucie, así que tengo que cambiarla. No es muy limpio que digamos pero parece no importarle.
Como sabe que no me gusta que se moje, cuando me oye venir se escabulle y desaparece porque no lo veo. Lo peor del caso es, que no se hizo ningún contrato entre nosotros dos. Un verano se apareció y parece que le gustó el ambiente porque su llegada se repite verano tras verano.
Quejarme no sirve de mucho, hace oídos sordos, como si no me oyese, me mira con esos ojos semicerrados como si pudiese ver a través mío, quizás pueda ver, no lo sé. Lo que piensa también es un misterio, jamás emitió una palabra, si no fuera por esos gruñidos con los que me dispensa de vez en cuando, podría creerse que es mudo. Cuando quiera que se vaya y lo echo no se siente ofendido. Se va con mucha dignidad sin mirar siquiera hacia atrás, como diciendo “está bien me voy, pero estate segura que vuelvo” Y así es! Al otro día a más tardar al segundo día todo se repite nuevamente.
Los que me escuchan y saben de mi dilema, me dicen que vaya a la policía que quizás ellos tengan una solución. Pero él jamás me violentó, al contrario es muy tímido, y tampoco hubo acoso sexual de su parte. Entonces qué? Que voy a decirle a la fuerza del orden que todos los veranos un sapo de mi jardín entra a mi casa???
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